Cuando intervienes una iglesia antigua ó cualquier obra arquitectónica que lleva décadas construida y debes remodelar en ella, debes tener muy en cuenta el lenguaje del espacio para no competir con él y lograr un producto armonioso, que acompañe y realce el lugar.
La siguiente obra es de Michael Cross, se llama "Bridge" y su instalación se ubicó en el London Design Festival del año pasado. Consistió en llenar la superficie de una iglesia vacía, con 60 pulgadas de aguas. Cuando te situas en el borde del agua pequeños pasos emergen de ella, invitándote a ingresar más a fondo, conforme vas avanzando van apareciendo nuevos pasos y desapareciendo los que ya pisaste.
Yo... no tengo mucho equilibrio... imagino que estaría con miedo de caerme, y ¡no poder retorceder! será por éso que las compañías de seguro de Londres exigieron que las personas que crucen éste puente debieran usar chaleco salvavidas y debería haber siempre una persona sumergida en el agua para guiarte en los pasos. De hecho, mata por completo la idea del diseñador, la idea de sentirte pleno, autosuficiente caminando sobre el agua... pero si es una instalación abierta a todo el público de hecho debían tomarse esas precauciones... que quedan feitas... pero son necesarias al fin y al cabo.
De igual forma, rescato bastante la intención de diseño y la linda escena que cobra en una iglesia como ésta, con el piso rebosando en agua y alguien caminando sobre ellas... hasta tiene connotación religiosa, muy linda...
MARIESPE
1 comentario:
que lindo!! exactamente me recordó a un pasaje bíblico!! Con lo miedosa que soy, capaz me caigo!!
saludos. Hilda
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